La iniciativa de los profesionales de la fundación nace en pro a construir un espacio en el que los infantes, con edades comprendidas entre los 7 y 14 años, trabajaran en la expresión de sus emociones de forma positiva; esto a través de la creación de máscaras, con la finalidad de interpretar su mundo interno.
Así mismo, se gestionó la prestación del servicio de salud por parte de la Cruz Roja Chilena, quienes realizaron atención primaria a los niños y niñas del campamento.