La Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas ha celebrado el pasado martes su aniversario número 48, con el firme compromiso de seguir acompañando a los más oprimidos, con la defensa y promoción de los derechos humanos.
Este año, el aniversario se conmemoró en un acto ecuménico de acción de gracias, el cual se desarrolló en la Comunidad Teológica Evangélica de Chile; encabezado por Felipe Rojas, Coordinador Nacional de la Fundación, donde estuvieron presentes miembros del directorio y equipo de funcionarios de la sede de Santiago, junto a representantes de iglesias, organizaciones y personas vinculadas al trabajo de los derechos humanos.
Durante el simbólico encuentro, Claudio González, Secretario Ejecutivo de FASIC, realizó una reseña y un repaso de los logros alcanzados durante el tiempo que ha transcurrido desde los inicios de la institución, e hizo énfasis en que “la tarea no fue solamente entregar informes, nuestro propósito fue salvar vidas”. Mientras exponía, en pantalla se mostraron fotografías de momentos importantes que se han vivido, y al mismo tiempo, agradeció a todas las personas que han formado parte de la historia y superación de la organización.
También, el Presidente del directorio de FASIC, Obispo (e) Neftalí Aravena, tuvo palabras de saludos, agradeció y dio énfasis en seguir adelante. Igualmente participaron del acto otros miembros del directorio, entre ellos el pastor Juan Sepúlveda y el pastor Pedro Zavala.
Este evento demostró la fuerza de la unidad y la colaboración interreligiosa. En la instancia, participaron, el Obispo Jorge Merino de la Iglesia Metodista de Chile y el Obispo Eduardo Cid de la Iglesia Evangélica Wesleyana.
En la reflexión de las escrituras bíblicas, el doctor en Teología Néstor Míguez, pastor de la Iglesia Metodista Argentina, aludió a la importancia y llamado que tenemos siempre a solidarizar con quienes sufren y con quienes son oprimidos, buscando justicia e igualdad.
La ceremonia fue una oportunidad para reflexionar sobre los logros de la fundación y cómo ha contribuido a la comunidad chilena y extranjera, así como también, reconocer y honrar el trabajo de aquellos que han dedicado su tiempo y esfuerzo para mejorar o salvar la vida de otros.