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LA MIGRACIÓN FEMENINA: UN FENÓMENO MARCADO POR LA VIOLENCIA SEXUAL Y ESTEREOTIPOS

La violencia sexual y los estereotipos son los grandes escollos que las mujeres deben afrontar en los procesos de migración, según declaraciones de expertos que particiaparon del XII Foro Global sobre Migración y Desarrollo (FGMD) de la Organización de las Naciones Unidas que se inauguró hoy en Quito.
 
En el marco del foro se desarrolló el panel "Prevención y respuestas a los ataques de género contra migrantes", en el que se habló sobre la tolerancia, los miedos y la xenofobia.
 
"La narrativa es muy negativa, muy estrecha, en donde se le acusa a la mujer migrante como un estorbo", dijo la directora de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, la uruguaya María-Noel Baeza, que participa en el encuentro en la capital ecuatoriana.
 
"Solo el 3,6 % de gente está en movilidad humana en el mundo" y aunque "es muy poco con relación al total de la población", es "sumamente vulnerable", sostuvo Baeza.
 
En ese sentido, expertos que participaron en el mencionado panel pidieron poner los derechos humanos en el centro de la agenda de discusión pública y adoptar una agenda sobre migración, con especial atención al caso de mujeres y niñas.
 
En tanto, en el panel "Buscando un punto medio: defendiendo las narrativas públicas sobre migración", expertos de la región coincidieron en la responsabilidad de los medios de comunicación para cambiar la mirada en torno a la movilidad humana.
 
Asimismo, en la necesidad de no explicar la migración a través de números fríos sino de contar historias que despierten empatía.
 
Un fenómeno que debe empezar en casa y se debe reflejar también en las redes sociales gracias a las cuales se "democratizó" la información, pero también la desinformación, según los panelistas.
 
Por otra parte, para la directora regional de ONU Mujeres, señaló que se debe ponderar lo que representa la mujer para apoyar la economía, asunto con el que coincidieron otros panelistas, que criticaron el estereotipo por el cual se le ve a la migrante "sólo como trabajadora doméstica".
 
Si una mujer tiene la opción de dejar sus hijos al cuidado de otra persona, calificada y confiable, puede salir a trabajar y aportar a la economía del país, coincidieron los expertos.
 
Se trata -dijo Baeza- de una industria que se desarrolla con buen viento en Uruguay, que en la mayoría de naciones es "muy informal, no está regulada", pero que otros, como Argentina, México, Colombia, Panamá, Chile, Paraguay, han comenzando a estudiarla de cerca.
 
FUENTE: Diario la Provincia (Argentina)