Por Comunicaciones FASIC
“Tenemos la convicción de que, María Paz Rojas Baeza, quien tiene una dilatada experiencia en el campo de la salud y firme defensora de los derechos humanos tiene todos los atributos para merecer tan alta distinción”, decía la declaración en la que cientos de firmantes apoyaron su postulación al premio que entrega el Colegio Médico.
Tras el golpe de estado, Paz Rojas se incorporó al Comité Pro Paz para prestar atención especializada a víctimas y familiares de la represión.
Mientras impulsaba esas acciones la represión obligó a la médico-neurosiquiatra a abandonar temporalmente el país. En el exilio se dedicó a la investigación del impacto de la tortura en las víctimas, sus familias y la sociedad.
En su retorno al país se integró al Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU en 1982, constituyendo un equipo multidisciplinario que presta atención médica especializada a las víctimas de la represión dictatorial e impulsa incansablemente la denuncia contra la Tortura.
Su labor como médica y sus investigaciones desde el Equipo de DITT. (Detención, Investigación y Tratamiento de la Tortura) de CODEPU son ampliamente conocidas y especialmente reconocida por quienes sufrieron la detención, la prisión y la tortura en aquellos aciagos años. Paz Rojas fue también consejera de la Asociación de Prevención de la Tortura, con sede en Suiza.
Este reconocimiento, en su primera versión, lo recibió antes el doctor Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal y férreo defensor de los Derechos Humanos.
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